En un momento en el que nos vemos obligados a permanecer en casa durante días, es posible que nos sintamos tentados de levantarnos tarde, estar en pijama o no salir de la cama. ¿Y si a penas nos hemos movido, por qué nos íbamos a duchar?
¿QUÉ PASA SI NO MANTIENES UNA HIGIENE ADECUADA?
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En el cuerpo
El cuerpo crea constantemente nuevas bacterias beneficiosas que viven en la piel. Existen alrededor de 1.000 tipos de bacterias y 40 tipos de hongos solo en nuestra piel.
Pero no te preocupes, nuestras bacterias buenas trabajan para mantener una línea de defensa contra los patógenos a los que nos exponemos.
Por ello, si no ayudamos a las bacterias a retirar a los agentes patógenos, generamos un cultivo abierto que aumenta las posibilidades de desarrollo de infecciones bacterianas o fúngicas.
Para resolverlo, podemos usar jabones de buena calidad a base de aceite, agua y sosa cáustica o potasa.
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En la boca
Pese a su pequeño tamaño, nuestra boca puede albergar hasta 100 millones de bacterias de 600 especies diferentes. Dejando de lado nuestra higiene bucal, damos rienda suelta a la colonia bacteriana, ya que además las estaremos alimentando con nuestros restos de comida. Las patologías que derivan de una superpoblación bacteriana y su actividad son muy amplias, desde caries y mal aliento hasta sangrado y pérdida de dientes.
Para una correcta higiene dental, debemos hacer uso de cepillos de dientes de dureza adecuada, cepillos interdentales o seda dental, pasta dentífrica y colutorio. Cepillarse una media de 3 veces diarias garantiza un control de la población bacteriana.
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En la nariz
Incluso sin presentar síntomas de congestión ni mucosidad, debemos contemplar que patologías y complicaciones derivadas de olvidar la higiene nasal pueden evitarse con una rutina diaria de limpieza de nariz.
Nuestra nariz, al ser el primer filtro del aire que respiramos, suele quedarse con posibles agentes patógenos que, de permanecer en su interior, podrían desencadenar en síntomas víricos.
El uso diario de agua de mar isotónica retira posibles agentes infecciosos que han quedado atrapados en nuestras fosas nasales.
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En los ojos
Durante el día, las impurezas de nuestro entorno que se encuentran flotando en el ambiente, pueden restar en nuestros párpados y pestañas. La acumulación de las mismas, debido a no retirarlas o a una gran cantidad en el aire, puede producir patologías desencadenadas por el contenido de esas impurezas.
Usar toallitas oftálmicas estériles a diario garantiza retirar los agentes infecciosos y alérgenos atrapados en nuestros párpados y, por tanto, evitar patologías derivadas de los mismos.