Hay muchos productos de los que apenas habías oído hablar y, de repente, un día todo el mundo parece nombrarlo y muchos/as lo tienen en casa y alaban sus virtudes. De un modo similar, apareció un día el humidificador en nuestras casas y en las recomendaciones de nuestras amistades; pero, ¿es útil el humidificador? ¿es cierto que ayuda a que se respire mejor? Vamos a intentar resolver algunas de estas cuestiones clave para que puedas decidir si necesitas o no un humidificar en casa.
Humedad relativa del aire
La humedad relativa del aire se refiere a la cantidad de vapor de agua existente en una masa de aire respecto a la cantidad de vapor de agua que puede transportar, su valor se muestra mediante un porcentaje (%).
La humedad absoluta es la cantidad de vapor de agua existente en una masa de aire, se mide en gramos de agua por kilo de aire seco (g/kw a.s.).
Diversos estudios parecen indicar que los niveles extremos de humedad relativa, muy alta o muy baja, favorecen la transmisión de algunos virus. Unos niveles de humedad muy bajos (relativa y absoluta) pueden provocar irritación en las vías respiratorias y los ojos. Un ambiente muy seco puede afectar negativamente a la piel, las cuerdas vocales y la calidad del sueño.
Por otra parte, un ambiente excesivamente húmedo favorece el crecimiento de ácaros, hongos y bacterias, aumentando el riesgo de enfermedades asociadas por exposición prolongada.
El Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) indica que los valores idóneos de humedad relativa en interiores oscilan entre 40-50% en invierno y 45-60% en verano. La mejor manera para saber el grado de humedad relativa en el interior de edificios es mediante un higrómetro.
Evidentemente, la humedad relativa de la zona en la que vivamos puede condicionar la humedad relativa del interior de nuestra vivienda o negocio. El uso de calefacción o aire acondicionado es un factor importante a tener en cuenta, ya que este tipo de dispositivos resecan bastante el ambiente
Cómo humidificar el aire casero
Lo más práctico para humidificar el aire de nuestra vivienda es utilizando un humidificador, aunque también hay otros métodos.
El humidificador es un aparato eléctrico que funciona evaporando agua, para humidificar el ambiente. Sin dudarlo, es la opción más recomendable para conseguir el nivel idóneo de humedad relativa en el interior del hogar, pero si no puedes realizar esa inversión, te mostramos algunas otras maneras de humidificar el ambiente:
Una buena manera de obtener una humedad relativa adecuada es manteniendo la temperatura del interior entre 20-22ºC.
Si estás en invierno y utilizas calefacción (que reseca el ambiente), es buena idea colocar un cuenco de cerámica para radiador, lleno de agua. Venden cuencos especiales para colgar en el radiador. Otra opción aún más económica es colocando tramos mojados limpios encima del radiador.
Si tienes espacio, otra idea práctica para aportar humedad al ambiente, es colgando la ropa húmeda dentro de casa.
Se puede aprovechar el vapor que se genera en la ducha y en la cocina para humidificar el ambiente, permitiendo que el vapor circule por la casa.
También las plantas de interior son una fuente humidificadora del ambiente.
Humidificador para casa, ¿sí o no?
¿Realmente hace falta un humidificador para casa? Bueno, con las soluciones gratuitas que te hemos propuesto, puedes mejorar el nivel de humedad relativa de casa, pero no con la precisión, la rapidez y la constancia que puede aportar un humidificador eléctrico.
Beneficios de usar humidificador:
- Ayuda a que la mucosa nasal, ojos y piel estén correctamente hidratados.
- Se reduce el riesgo de contraer y transmitir infecciones respiratorias.
- Contribuye a mantener el confort térmico del hogar.
Como se ha comentado anteriormente, diversos estudios científicos y la OMS aseguran que niveles de humedad relativa menores al 40% favorecen la supervivencia y transmisión de virus y bacterias que implican enfermedades como la gripe, el catarro o la bronquiolitis.
Por otra parte, un nivel bajo de humedad relativa genera malestar a nivel respiratorio (mucosas), así como en los ojos, labios y piel.
El uso de humidificador puede ser beneficioso para mantener la hidratación nasal correctamente y mejorar la sintomatología de catarro, laringitis, sinusitis y bronquiolitis, gracias a que la humedad ayuda a una mayor producción de mucosidad.
Existen situaciones en las que se hace difícil utilizar un humidificador, como en el trabajo. Si tienes la suerte de trabajar en una oficina con tu propio despacho, puedes comprar un humidificador para tu estancia, pero si trabajas en un espacio grande donde el aire acondicionado está fuerte (centros comerciales. Supermercados…), no es posible que pongas un aparato humidificador o que practiques alguno de los trucos que hemos comentado anteriormente.
Una alternativa económica y con muy buenos resultados, es humedecer las mucosas nasales con un spray nasal con agua de mar. Un spray nasal hidratará la mucosa nasal de una manera muy natural y agradable.
De la misma manera, para la irritación ocular debido a una estancia prolongada en ambientes muy secos, se puede utilizar gotas para los ojos, como la solución oftálmica hidratante de Careplus. Las gotas oculares proporcionan un alivio inmediato a las molestias que producen la sequedad en los ojos, como picor y escozor.
¿Cuándo no está recomendado el humidificador?
El humidificador está contraindicado en el caso que la persona padezca asma, rinitis alérgica o EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva), ya que puede desencadenar la sintomatología de estas afecciones respiratorias.
Mantenimiento del humidificador
El mantenimiento adecuado del humidificador es una cuestión de salubridad en nuestro hogar. El humidificador debe limpiarse regularmente, tanto en sus conductos como en sus filtros (o sustituirlos). Si el humidificador acumula polvo y microorganismos (ácaros, hongos), después los esparcirá en el aire de la estancia.
La inhalación de microorganismos puede provocar, a largo plazo, enfermedades respiratorias como el asma, o incrementar la gravedad de otras afecciones respiratorias.
Conclusiones
Usar un humidificador de aire puede aportar comodidad ambiental y respiratoria en aquellos ambientes muy secos. A su vez, el uso de humidificador y niveles correctos de humedad relativa dificulta la infección y propagación de virus y bacterias.
Es importante asegurarse que ninguna persona del hogar sufre de una afección respiratoria donde sea contraproducente humidificar el ambiente.
Una humedad relativa adecuada hace que la estancia en el interior sea mucho más agradable. Si sufres de sequedad en las mucosas respiratorias o en los ojos, plantéate adquirir un higrómetro y comenzar a controlar la humedad relativa de tu hogar.