Mantener tus ojos cuidados durante todo el año es fundamental para tener una buena salud ocular. Además, llevar un estilo de vida saludable, practicar deporte y tener una buena alimentación son factores que favorecerán tu buena salud ocular.
Pero como ya te hemos contado en otras publicaciones de nuestro Blog Cuida de Ti, hay ciertos factores como la contaminación, el calor, la sequedad, la falta de sueño o el estrés así como cualquier patología que pueden afectar negativamente a tus ojos. Por este motivo, utilizar productos para tratar, mantener e hidratar tus ojos es tan importante como saber mantener estos productos en buen estado para que todas sus propiedades actúen con eficacia y seguridad.
Cómo usar adecuadamente los productos para los ojos
Leer el prospecto antes de usar cualquier producto en los ojos
Vale, no es tan interesante como el libro que te estás leyendo pero es una lectura muy recomendable. Lo primero que debes hacer cuando tengas un producto ocular en tus manos es leer el prospecto. En él se encuentran los datos más importantes como su descripción, funcionalidad, instrucciones de uso, modo de empleo, consejos de mantenimiento y advertencias.
Si tras leer el prospecto tienes alguna duda, debes consultar con tu médico o farmacéutico para que te aclare tus preguntas.
Respeta las indicaciones de utilización del producto
Los productos indicados como multidosis pueden utilizarse más de una vez, en el caso de los productos monodosis no se pueden volver a utilizar una vez abiertos ya que el riesgo de rápida contaminación bacteriana es muy elevado.
Parece muy evidente pero, si el envase está dañado o ha sufrido algún golpe, no debes utilizarlo ya que el producto podría estar dañado también por dentro.
No te apliques en los ojos ningún producto caducado
“No, si ya tengo uno en casa.” Y cuando llegas a casa y abres el botiquín descubres que el producto en cuestión está caducado desde hace unos meses. Y aunque sean días, nunca debes superar la fecha límite de caducidad marcada en el envase.
Lo más habitual es que, en el caso de los productos oculares, se puedan utilizar hasta un mes después de la primera apertura, aunque siempre tienes que comprobar este dato en el prospecto concreto de tu producto.
Conserva los productos para los ojos en un lugar adecuado
Aunque creas que da igual tener el producto en un lugar u otro de tu hogar, no lo es. La mayoría de nosotros los tiene en el baño o en la cocina pero estos no son los lugares más idóneos ya que en ambos sitios se producen muchos cambios de temperatura y de humedad.
Lo ideal es guardarlos en un lugar fresco, seco y preservado de la luz para que no se alteren sus características y propiedades. Y recuerda que todos estos tipos de productos deben estar fuera del alcance de los niños.
Los productos para los ojos no se pueden compartir
Sí, compartir y ser solidario es muy bueno pero no lo hagas con tus productos oculares, ya que estos deben ser de uso personal. Además, también tienes que evitar que la zona de aplicación de cualquier envase entre en contacto con ninguna superficie ya sean tus ojos como tus dedos.