Mantener una boca sana y bonita es uno de los factores que más nos preocupan en nuestro día a día y, en consecuencia, buscamos las mejores prácticas y trucos de higiene bucal para conseguir una sonrisa radiante. No obstante, muchas veces nos encontramos con información que nos confunde y que poco tiene que ver con la realidad. Hoy traemos algunos de los mitos más extendidos sobre salud bucal. ¿Quieres poner a prueba tus conocimientos? ¡Sigue leyendo!
1. Mito: “Si no sientes dolor es porque tu boca está sana”
Lamentablemente la realidad no es tan sencilla. Cuando la caries se está iniciando es indolora y puede pasarnos totalmente desapercibida ya que perjudica solo al esmalte dental. Es cuando la caries se encuentra en un estadio más avanzado y se extiende a los tejidos internos del diente cuando provoca dolor y sensibilidad.
2. Mito: “Solo es necesario ir al dentista si te duele algún diente”
Tras leer el primer mito, podemos confirmar que esta afirmación es, además de falsa, nada recomendable. Se recomienda visitar al dentista dos veces al año como herramienta fundamental para prevenir enfermedades, tratarlas a tiempo y minimizar su efecto perjudicial en nuestra boca.
3. Mito: “Las limpiezas dentales son perjudiciales para el esmalte”
No solo no son perjudiciales sino que son sumamente beneficiosas. Realizar al menos una limpieza dental al año en un centro odontológico es necesario para mantener unos dientes y encías sanos. Con la limpieza se eliminará la placa bacteriana y el sarro que no puede eliminarse mediante el cepillado diario. Es, por tanto, un paso fundamental en la prevención contra las caries y otras enfermedades periodontales.
4. Mito: “Es normal que las encías sangren un poco durante el cepillado”
El sangrado de las encías solo se produce cuando existe alguna infección o anomalía, como la gingivitis y la periodontitis, o bien cuando llevamos a cabo una mala rutina de cepillado, normalmente al cepillarlos con demasiada fuerza. En cualquier caso, requerirá la consulta con un especialista y un cambio en nuestra rutina de higiene bucal.
5. Mito: “Las aftas bucales se contagian”
Las aftas bucales no se contagian entre personas por contacto de ningún tipo. Los factores más comunes por los que aparecen las aftas bucales son:
- Herida por automordedura en la lengua o en las mejillas internas
- Mal ajuste de la prótesis dental o del corrector bucal
- Cirugía oral
- Alergia a algún alimento ingerido
- Infección
- Estrés y/o ansiedad
- Cambios hormonales
- Falta de vitaminas o de hierro
- Tabaquismo
6. Mito: “Las prótesis dentales hacen la boca más propensa a las bacterias”
La boca no será más propensa al ataque de bacterias pero, como cualquier persona, se deberá prestar especial atención a la salud bucodental en general. En el caso de las prótesis o dentaduras postizas, es importante mantener una buena higiene de las mismas para evitar la acumulación de la placa bacteriana, el sarro y las antiestéticas manchas producidas por el café, vino, tabaco o algunos medicamentos. El uso diario de tabletas limpiadoras ayuda a conseguir una limpieza en profundidad y a evitar la proliferación de bacterias y otros microorganismos mediante su acción antibacteriana y desinfectante.
7. Mito: “Las prótesis dentales duran toda la vida”
Pocas cosas son para toda la vida y las prótesis no son una de ellas. Los materiales deben ser sustituidos por su desgaste y contaminación. Los tejidos gingivales evolucionan con el paso de los años por lo que la rigidez de la prótesis puede llegar a generar molestias, razón por la que debe ser periódicamente revisada o sustituida por un profesional llegado el momento.