La vista es uno de los sentidos principales por el que nos guiamos en el mundo, y a la que a veces sometemos a algo de maltrato: exceso de luz azul, no utilizar gafas de sol cuando es necesario, no utilizar gafas de protección en los trabajos que lo requieren, leer con luz insuficiente o poco adecuada…
Todo esto puede tener consecuencias negativas para la salud ocular, a lo que hay que sumar las posibles alteraciones visuales habituales, tanto congénitas como asociadas a la edad (hipermetropía, miopía, vista cansada…).
Por tantas y tantas razones, es necesario que cuidemos la vista como se merece y acudamos con cierta frecuencia a un especialista para que revise el estado de nuestros ojos, vamos a verlo en detalle.
¿Por qué hay que ir a revisión oftalmológica cada cierto tiempo?
Fundamentalmente, hay dos motivos por los que las revisiones periódicas de la vista son importantes:
- La prevención;
- La corrección.
Prevenir algunas enfermedades oculares o tratarlas a tiempo puede ser muy importante para evitar lesiones que pueden llegar a ser permanentes. Hay algunas enfermedades oculares, como el glaucoma y la degeneración macular, que en su fase inicial no presentan síntomas, pero que pueden detectarse mediante una revisión ocular a tiempo.
Este tipo de enfermedades oculares pueden causar lesiones permanentes con pérdida de visión y calidad visual, detectarlas a tiempo es crucial para tratarlas adecuadamente.
En segundo lugar, la revisión de la vista también puede ayudar a corregir problemas de refracción, como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Estos problemas pueden causar fatiga ocular, dolores de cabeza y dificultad para leer y ver objetos a distancia. La corrección temprana de estos problemas de refracción puede mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones oculares a largo plazo.
¿Cuándo hay que ir a revisión de la vista?
La frecuencia de las revisiones oculares varía según la edad, la salud ocular y los antecedentes familiares.
Durante la primera infancia, se recomienda acudir al oftalmólogo para una primera visita, en las primeras semanas del bebé. El pediatra revisará que los ojos estén bien formados, el tamaño y el color. Esta revisión es especialmente importante para los bebés prematuros.
Entre los 0 y los 3 años es el pediatra quien revisará la vista del bebé. Si detectas en tu bebé uno de los siguientes síntomas, es recomendable que acudas al médico:
- Lagrimeo y enrojecimiento;
- Anomalías en los párpados;
- Desviación de uno de los ojos.
Sobre los 3 años es recomendable que el niño/a acuda a una primera revisión oftálmológica completa para detectar si existe algún problema de visión y tratarlo a tiempo.
A estas edades tempranas, el problema de visión más común en niñas/os es la ambliopía u “ojo perezoso”, que puede ser causada por estrabismo. Es importante tratar esta afección cuanto antes mejor.
En niños/as menores de 5 años que reciben tratamiento, casi siempre se recupera un grado de visión normal o casi normal; mientras que a partir de los 10 años pueden quedar problemas permanentes en la vista, con una recuperación parcial.
A partir de los 8 años el sistema visual ya se desarrolla completamente. Desde la pubertad hasta la edad adulta (10-60 años) se recomienda ir a revisión de la vista cada dos años (1 vez al año si se utilizan lentillas o gafas). En la edad adulta (40-60 años) aumenta el riesgo de presbicia y glaucoma, el oftalmólogo lo tendrá en cuenta.
Llegados al medio siglo (de los 50 en adelante) es normal que aparezca sequedad ocular. Este problema a veces aparece ligado a la menopausia y a la toma de medicamentos (antihistamínicos y antidepresivos). Para aliviar el malestar, puedes utilizar una solución oftálmica hidratante, de venta en farmacias.
De los 60 años en adelante, es conveniente acudir una vez al año al oftalmólogo para poder tratar a tiempo afectaciones visuales típicas de la edad: cataratas, degeneración macular…
Enfermedades de la vista más comunes
Existen varias enfermedades oculares comunes que pueden afectar la visión y la salud ocular, ya en la edad adulta:
– Cataratas: una opacidad del cristalino del ojo que causa una visión borrosa y disminución de la visión nocturna.
– Glaucoma: una enfermedad que causa daño al nervio óptico y puede llevar a la pérdida de la visión periférica y eventualmente la ceguera.
– Degeneración macular relacionada con la edad (DMAE): una enfermedad que afecta la mácula, la parte central de la retina, y puede causar pérdida de la visión central.
– Retinopatía diabética: una complicación de la diabetes que afecta los vasos sanguíneos de la retina y puede llevar a la pérdida de la visión.
– Conjuntivitis: una inflamación de la conjuntiva, la membrana que cubre el ojo y el interior del párpado, que puede causar enrojecimiento, picazón y secreción.
Si padeces diabetes, colesterol elevado, hipertensión arterial; o bien has tenido problemas visuales de consideración, te recomendamos que acudas a revisión de la vista anualmente, para prevenir problemas de visión graves.
¿A qué edad es más frecuente tener problemas de visión?
A medida que envejecemos, es normal que nuestros ojos se vuelvan más propensos a sufrir problemas de visión. Según los expertos, los problemas de visión más comunes suelen aparecer a partir de los 40 años, aunque esto puede variar dependiendo de cada persona. A continuación, explicaremos algunos de los problemas de visión más frecuentes y en qué edad suelen aparecer.
Presbicia
La presbicia, también conocida como vista cansada, es uno de los problemas de visión más comunes en personas mayores de 40 años. Se trata de una condición en la que el ojo pierde su capacidad para enfocar objetos cercanos, lo que puede dificultar la lectura, la escritura y otras actividades que requieren una visión cercana.
Cataratas
Las cataratas son otra condición común en personas mayores de 50 años. Se trata de una opacidad en el cristalino del ojo que puede causar visión borrosa, deslumbramiento y dificultad para ver en ambientes con poca luz.
Degeneración macular
La degeneración macular es una condición que suele aparecer a partir de los 60 años y que afecta la parte central de la retina, lo que puede dificultar la lectura, el reconocimiento facial y otras actividades que requieren una visión detallada.
Glaucoma
El glaucoma es una enfermedad que puede aparecer a cualquier edad, pero que suele ser más común en personas mayores de 60 años. Se trata de una enfermedad en la que el nervio óptico se daña gradualmente, lo que puede provocar una pérdida de la visión periférica y, en casos avanzados, la ceguera.