Al sinfín de cambios corporales y hormonales que le ocurren al cuerpo de una mujer cuando está embarazada, se le añaden los que afectan a la salud visual. Porque sí, aparte de cambios en el sistema cardiovascular, renal, pulmonar, endocrino, metabólico, hematológico, la vista también sufre alteraciones.
Cambios oculares durante el embarazo:
Las responsables de que la visión se vea afectada durante el embarazo son, principalmente, las hormonas del embarazo, la retención de líquidos y el aumento del volumen sanguíneo. Algunas de las señales y situaciones con las que las madres pueden encontrarse son:
1. Sequedad ocular
Las molestias por ojo seco son muy comunes a causa de la disminución de la secreción lagrimal por efecto de las hormonas. La falta de hidratación ocular puede ser agravada por las náuseas y vómitos, y ser más notoria, sobre todo, en aquellas mujeres que llevan lentes de contacto.
Así pues, si las molestias son especialmente elevadas se recomienda substituir temporalmente los lentes por las gafas y acudir a un oftalmólogo, quien, para aliviar los síntomas, podría aconsejar el uso de unas gotas o lágrimas artificiales compatibles con el embarazo.
2. Párpados hinchados y visión borrosa
Del mismo modo que se hinchan los tobillos y los pies, la acumulación de líquidos también puede afectar a los ojos. A causa del aumento del volumen sanguíneo, la córnea y el cristalino, los lentes del ojo que tienen la capacidad de enfocar las imágenes en la retina, pueden verse afectados y sentir la visión algo borrosa.
Importante: hay que prestar especial atención a la visión borrosa si es muy constante, molesta y si, además, viene acompañada de otras molestias como dolores de cabeza frecuentes, vómitos, vértigo o dolor agudo bajo las costillas. En este caso, hay que acudir al médico de inmediato porque podría significar la presencia de alguna enfermedad más grave como la preeclampsia o la diabetes gestacional.
3. Alteraciones en la graduación
Especialmente las mujeres que ya sufrían problemas de visión, como consecuencia de la retención de líquidos, pueden sufrir cambios considerables en su graduación habitual. El aumento de la miopía en los ojos es común y, en el caso de las embarazadas hipermétropes, padecer dificultades para leer o para ver de lejos también. No obstante, estos signos normalmente se remiten tras el parto o la lactancia.
A tener en cuenta:
- No se debe utilizar ningún colirio que no haya sido prescrito por un oftalmólogo. Cualquier medicamento administrado en forma de colirio es absorbido por los capilares de la conjuntiva y pasa a la sangre de la madre. Tanto si se padece ojos secos o conjuntivitis, siempre hay que ir al oftalmólogo antes.
- Se recomienda la realización de una revisión oftalmológica durante el embarazo, sobre todo si la mujer sufre o ha sufrido problemas oculares previos al embarazo.
- En el caso de padecer diabetes o hipertensión arterial previa, se debe revisar el ojo en profundidad para descartar patologías oftalmológicas graves.
- Frente a otros síntomas como visión doble, irritación de ojos frecuente, ojos hinchados, visión de manchas flotantes, incomodidad o gran sensación de ojos secos, será necesario recibir atención médica con urgencia, sobre todo si, como se ha comentado antes, se presenta visión borrosa de manera muy continuada.
- Cuando nazca el pequeño o pequeña, también requerirá unos cuidados oculares especiales. En el blog “Cuidado ocular en las distintas etapas de la vida”, encontrarás la información que necesitas para garantizar la salud visual de tu bebé.