¿Recuerdas aquella vez que no podías respirar y no sentías el olfato? En caso de que no lo recuerdes, te felicitamos. La rinitis es sumamente común e incómoda.
¿Pero qué es la rinitis nasal? Se trata de un molesto trastorno que dificulta la respiración. La rinitis afecta a la mucosa nasal y produce estornudos, picor, secreciones nasales y falta de olfato. ¡Todos los síntomas de un catarro común! En su vertiente alérgica, la rinitis nasal se prolonga durante mucho tiempo, concretamente todo el tiempo que la persona pasa expuesta al agente alérgeno. Entonces, ¿cómo podemos diferenciar la rinitis nasal de un catarro? No podemos, a no ser que conozcamos que el origen de esa rinitis es alérgico.

Resfriado perpetuo, el primer síntoma
Al tratarse de síntomas muy parecidos a los de un resfriado común, son muchas las personas que padecen rinitis alérgica y no le dan mayor importancia, al menos durante un tiempo. Por otra parte, la rinitis no es dolorosa, por lo que es posible que nos acostumbremos a vivir con ella, fortaleciendo la idea de que solo se trata de un resfriado, ¡pero nadie está resfriado eternamente!
Si los síntomas del resfriado se mantienen durante meses, pero no se agravan, es posible que padezcas una rinitis de origen alérgico. Ante lo cual, pueden llevarse a cabo diversos tratamientos eficaces. Pero antes de tratar, hay que diagnosticar.
Diagnóstico
Independientemente de si acudes a un otorrinolaringólogo, a un neumólogo o a tu médico de cabecera, a la menor sospecha de rinitis alérgica serás derivado al departamento de alergología.
Un alergólogo tratará de estudiar el origen de tu alergia y para ello lo más común es realizar lo que se conoce como prick-test intradérmico. No te preocupes, ¡no es doloroso!
El prick-test es una prueba que consiste en disponer en tu antebrazo un montón de gotitas que contienen sustancias potencialmente alérgicas y favorecer la reacción de tu piel mediante un pequeño pinchacito en cada una de las zonas cubiertas con el líquido. En unos 20 minutos la piel irá reaccionando. Una vez realices el prick-test, tu alergólogo podría pedirte unos análisis de sangre para descubrir exactamente a qué proteína de ese agente eres alérgico.
Alergias más comunes
Césped, maleza y polen
Ácaros del polvo y cucarachas
Moho
Gatos y perros
Picaduras de insectos
Tengo rinitis alérgica, ¿ahora qué?
Pues ahora se trata de apaciguar la reacción de tu cuerpo a ese agente alérgico. ¿Cómo? Pues existen diversas opciones a las que tu cuerpo podría reaccionar de manera positiva. Tu alergólogo te recomendará un tratamiento en función del tipo de alergia que padezcas, pero de manera general se suele recomendar un proceso de vacunación para las alergias.
Es muy sencillo, durante unos años se administra de manera periódica una vacuna que contiene una pequeña cantidad del alérgeno al que eres sensible. El objetivo es que el cuerpo se acostumbre para que deje de reaccionar ante él.
Hasta que finalices el tratamiento seguirás siendo alérgico, por lo que es necesario que si crees que vas a exponerte al alérgeno, dispongas de antihistamínicos. Además, ahora que conoces lo que genera el conflicto en tu cuerpo, puedes tomar medidas en casa y deshacerte de los focos alérgenos.