Ya lo notáis, ¿verdad? El sol brilla con más fuerza, las temperaturas ya van alcanzando los picos altos de los termómetros y las ganas de irnos de vacaciones empiezan a aumentar.
HIDRÁTATE
Lo primero en lo que debes de tener un cuidado especial es en la hidratación. Con el aumento de las temperaturas, nuestro organismo necesita más cantidad de líquidos.
Hidrátate bien, incluso aunque no tengas sed, el agua debe de convertirse en tu mejor compañera de viaje durante el verano.
Lo cierto es que nuestro organismo es capaz de indicarte el momento exacto en el que necesita agua, pero no debemos esperar a que eso suceda, ya que es recomendable beber entre dos y tres litros de agua diarios.
De no hacerlo, nuestra boca se seca y puede desarrollar problemas como mal aliento, saliva viscosa, entorpecimiento de la masticación y malestar en la lengua.
Además, uno de los beneficios de beber agua es que ayuda a la creación de saliva, nuestra gran aliada si queremos mantener una boca saludable.
Normalmente, nuestro cuerpo genera la saliva necesaria con el consumo regular que hacemos de cualquier líquido, pero es cierto que la producción de saliva disminuye con la edad y con el consumo de ciertos medicamentos. Por ello, es muy importante irse hidratando a lo largo del día.
DIETA EQUILIBRADA
Otro de los elementos que tenemos que intentar cuidar todo lo posible durante el verano es la alimentación.
El buen tiempo no ayuda a que podamos mantener una dieta equilibrada y sana pero no debemos de olvidar los alimentos que ayudan a nuestro organismo a mantenerse sano.
El exceso de alimentos fríos, muy azucarados o cítricos pueden favorecer la aparición de aftas bucales. Estas pequeñas heridas que aparecen en la boca, y que se vuelven muy molestas porque nos impiden comer y beber sin molestias, suelen ser una reacción que tiene nuestro organismo cuando ingiere algún alimento más duro o lo detecta como una amenaza.
Pero no te preocupes, porque con el uso de un gel y un espray para aftas bucales podrás aliviar las molestias y crear una capa protectora para sellar de forma natural estas heridas.
HIGIENE BUCODENTAL
Y, por último, no podemos olvidarnos de cuidar la higiene bucodental de toda la familia para evitar que las bacterias y el sarro se acumulen en la boca y aparezcan las molestas aftas y las infecciones.
Para conseguirlo, deberás de cepillarte los dientes, al menos dos veces al día, y utilizar los productos de higiene bucodental específicos para lograr eliminar los restos de alimentos que amenazan con quedarse en la boca.
Es muy importante enseñar a los más pequeños de la casa que se deben de cepillar los dientes después de cada comida para cuidar su salud bucodental y evitar que aparezcan caries o otras patologías más graves.